¡Madrid sigue en pie por la sanidad pública!
La ciudadanía organizada en el espacio «Vecinas y Vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid» lo ha vuelto a hacer, ha movilizado a decenas de miles bajo el lema ¡Madrid sigue en pie por la sanidad pública!
Ocurrió el 12 de noviembre de 2022 y el 13 de febrero de 2023; ha vuelto a suceder el 19 de mayo de 2024, que miles de personas se han echado a las calles para reivindicar su sistema público de sanidad en Madrid. Desde fuera, puede pensarse que una vez «sonó la flauta», pero dos veces ya no es casual y tres, mucho menos. Estas movilizaciones, las mayores vistas en Madrid desde 2003, cuando los partidos de izquierda y las dos grandes confederaciones sindicales organizaron la movilización para rechazar la brutal guerra de invasión de Irak, urdida por los USA con la complicidad de Gran Bretaña, en la que Aznar nos implicó.
Esta capacidad de movilización pone en evidencia a quienes argumentan frívolamente que «la gente no quiere luchar», y expresiones por el estilo. Pone en evidencia la dimisión de la izquierda en su forma de hacer y relacionarse con la mayoría social, fomentando una distancia cada vez mayor entre las organizaciones de la clase y esa mayoría: trabajadores, pensionistas, desempleados, autónomos y estudiantes.
Este éxito no tiene misterios, solo mucho trabajo y la firme determinación de personas convencidas de que defender lo público es cosa de todas y todos. Sin financiación ajena a los propios vecinos, sin aparatos, sin nada más que tiempo y dedicación militante. El asociacionismo vecinal independiente está fuerte y ha demostrado nuevamente que la política sana también existe; la de quienes viven de su trabajo, los que pagan sus impuestos, los ajenos a corrupciones, intrigas y advenedizos.
La sanidad está siendo carcomida por la privatización y por los recortes presupuestarios. No son políticas nuevas, llevamos muchos años asistiendo a ajustes en presupuestos con la excusa de las crisis: 2008, inmobiliaria y financiera; 2020, pandemia COVID; 2022, guerra en Ucrania. Todo vale para justificar que hay que cumplir con el artículo 135.3 de la Constitución, el que dice: «Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta». Y cuando dice absoluta, es por encima de cualquier otra necesidad de gasto social. Las deudas hay que pagarlas, excepto si eres la Banca y el Estado te da más de 100.000 millones de euros y no te los reclama.
Detraen dinero público de la sanidad
Ante nuestras narices, detraen dinero público de la sanidad, la educación, las pensiones o la dependencia y no se cortan en incrementar los gastos militares. Recortan dinero para curar y educar, para destinarlo a matar.
La privatización en la sanidad está legalizada desde 1986, cuando la Ley 14/86, Ley General de Sanidad, en sus artículos 66, 67 y 90, estableció los convenios singulares y conciertos con hospitales privados.
Fue la Ley 15/97 la que abrió de par en par puertas y ventanas a la entrada de las empresas privadas en la gestión de la sanidad pública, sin ninguna restricción, tal como establece el artículo único de esta Ley del primer Gobierno del PP de Aznar: «a través de la constitución de cualesquiera entidades de naturaleza o titularidad pública admitidas en Derecho». ¿Acaso lo coherente no es exigir la derogación de esta legislación? Además, no es casualidad que en torno a la gestión privada de los servicios públicos florezca con frecuencia la pestilente corrupción.
La manifestación del 19 de mayo ha puesto el foco en los problemas de la sanidad en Madrid, que no son muy diferentes de los que ocurren en otras comunidades autónomas, pues la legislación antes citada habilita la privatización en todo el Estado.
Dicho lo anterior, la Comunidad de Madrid tiene algunos elementos que la hacen estar en la pole position de la destrucción de la sanidad pública: está a la cola del presupuesto por persona destinado a la sanidad: 1.468,38 €/habitante en Madrid, frente a los 1.906,29 €/habitante en promedio en el resto de comunidades autónomas.
De aquí se deriva que médicos y enfermeros tengan que migrar a otras comunidades e incluso a otros países. De hecho, un porcentaje del 40% de los servicios de urgencias extrahospitalarias no tienen facultativo y en la atención primaria no es difícil encontrar centros de salud sin pediatra.
Los recortes económicos tienen como consecuencia que los hospitales madrileños tengan cada vez menos camas, tanto en planta como en urgencias: en las tres últimas décadas las camas de hospital se han reducido más de un 11% y la ratio de camas en urgencias está un 33% por debajo de la media en la UE: 3 camas por cada 1.000 habitantes en Madrid; 4,5 el promedio en los países UE.
Sigamos luchando, continuemos organizando a la mayoría que quiere resistir.
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Comentarios
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Sólo la lucha ,codo a codo,vecin@s y sanitarios por la Defensa d la Sanidad Pública, logrará frenar esta “hoja d ruta” de abandono y saqueo d toda los Servicios públicos d Sanidad:Atención Primaria, Urgencias Extrahospitalarias,emergencias y UVis móviles, etc…Quieren tener justificación para ampliar la Parasitacion d seguros Privados.
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