Es posible revertir las concesiones sanitarias ahora
La creación de una Empresa Pública de Salud (EPS) ha sido retirada como forma de revertir el Hospital de Torrevieja ante la movilización de los sanitarios y la división en el Gobierno valenciano. Se trataba de una forma de privatizar la sanidad valenciana, por más que se negara desde la Consejería de Sanidad.
Lo cierto es que tres meses después de haber recuperado el Hospital de La Ribera en Alzira, se mostraba partidario de no generar enfrentamientos con Ribera Salud (que ha perdido todos sus litigios contra la no prolongación del contrato, incluido el interpuesto contra el Tribunal Supremo); se mostraba partidario de la colaboración público-privada y apostaba por la constitución de empresas mixtas al 50% entre la Generalitat y las concesionarias sanitarias.
Mantener las concesiones sanitarias
Este es el objetivo declarado por X. Puig en una entrevista de abril de 2020 al Economista, en la que declaraba que la «crisis» de la covid-19 amenazaba con desbordar el déficit y la deuda de la Generalitat (que tiene otros orígenes, aunque ya sabemos que la covid-19 sirve para justificarlo todo). Preguntado por la reversión de las concesiones de hospitales, respondía: «Creo que en este momento se trata de analizar la situación. Nuestra hoja de ruta pasa por que el servicio público de sanidad esté claramente dirigido desde el sector público. Pero, desde luego, todo hay que analizarlo en función de la nueva perspectiva, porque si no cometeríamos errores. (…) En cualquier caso, el diseño habría que mejorarlo.»
Nos queda bastante claro que el retroceso del presidente y su consejera con la EPS ha sido impuesto en última instancia por la lucha de los trabajadores y de sus sindicatos, que sí que importa, y mucho. Esto supone que, aparte de las divergencias internas, desde la Generalitat se persigue mantener las concesiones, sin que haya una fórmula concreta que genere consenso por el momento. Opinión fundada no solo en las declaraciones del presidente y en la lucha que se ha desarrollado en torno a la reversión del Hospital de Torrevieja y contra la EPS; sino que también incorpora la actuación de la Consejería respecto a las concesiones en estos momentos.
Marina Salud (Hospital de Denia)
Tomemos el Hospital de Denia, gestionado por Marina Salud (Grupo Ribera y DKV): la Generalitat prometió su reversión en esta legislatura, cuando la concesión termina en 2024, después de las próximas elecciones autonómicas; empezó las negociaciones con DKV para comprarle sus acciones, con la perspectiva de gestionar el hospital con Ribera Salud (socio mayoritario) y llegó a crear una empresa pública en el departamento de salud para ello. Pero el acuerdo con DKV terminó frustrándose. Qué razón tenían los sanitarios de Torrevieja, Alzira, Denia y Manises cuando coreaban «la reversión de Ximo es un timo» en sus movilizaciones.
Pero la realidad es que, si quisiera, a la Generalitat no le iba a costar un céntimo de euro recuperar el hospital. Los trabajadores y los ayuntamientos del departamento no han dejado de denunciar la sobrexplotación y falta de personal, y los incumplimientos del contrato por parte de Marina Salud. Los sanitarios llevan años movilizándose por la reversión a la Consejería y alcaldes y concejales de 12 municipios del departamento han formado la plataforma «Som Marina Salud» para exigir a la empresa que cumpla con el plan de inversiones que figura en el contrato de la concesión, exigen a la consejera que intervenga y anuncian un contencioso administrativo contra la Consejería y contra la empresa. La cuestión es clara: la responsabilidad de la Generalitat es auditar de forma transparente y objetiva las cuentas de Marina Salud y, si hay, como todo indica, incumplimientos del contrato, rescatar ya el hospital.
Sanitas (Hospital de Manises)
Según la legislación vigente, las concesiones disponen de un comisionado, nombrado por la Consejería, en cada concesión con el fin de controlar la gestión de la empresa en lo referente a la asistencia sanitaria que presta y el cumplimiento del contrato. Poco debe interesarle a la consejera ni a la Generalitat la labor de control de las concesiones cuando los sindicatos, la junta de personal y el consejo de salud del departamento de Manises se han dirigido a la Consejería en los siguientes términos: «Solicitamos la urgente convocatoria de la oferta para la plaza de comisionado, ya que en octubre de 2021 cumpliremos el inexplicable plazo de un año de una Unidad del Comisionado sin comisionado.»
Son varias las fuentes, algunas próximas al propio PSPV, que apuntan que esta situación se debe al cabildeo de Ribera Salud (Centene) con el Gobierno valenciano. Sea o no así, el resultado es que peligra la reversión de las concesiones sanitarias y el sistema sanitario público, y que no se puede aceptar el desmantelamiento de la sanidad pública de ninguna forma, y menos a través de su privatización.
La victoria de la reversión del Hospital de Torrevieja no debe hacer que se baje la guardia; al contrario, es una llamada a organizarse para defender el sistema público de salud y evitar su desmantelamiento.
Es un motivo más para la realización en otoño de un encuentro de sindicalistas y trabajadores de la sanidad para luchar por la movilización y la unidad en defensa de las reivindicaciones, para defender la sanidad pública. Es la propuesta que hemos apoyado desde este periódico.
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