Reino Unido: El verano del descontento [1]
Desde finales de junio (ver IO 714 y 716) el Reino Unido se ha visto sacudido por huelgas contra las subidas de precios en el transporte, los aeropuertos, correos y telecomunicaciones, huelgas que se extienden día a día a otros sectores. En cada ocasión, una mayoría o la práctica totalidad de los trabajadores vota favorablemente a la huelga.
Frente a una subida vertiginosa de los precios (el Banco de Inglaterra prevé una subida del 13% para el mes de octubre), los trabajadores se movilizaron masivamente y su combatividad se ha reforzado huelga tras huelga. Cabe señalar que estas huelgas son generalmente bien recibidas por la población.
En los ferrocarriles, el metro de Londres y los autobuses, los sindicatos RMT[2], TSSA[3] y Unite volvieron a convocar una huelga de tres días el pasado jueves. El secretario general de RMT, Michael Lynch, ha declarado: «Los miembros del sindicato están más decididos que nunca a proteger sus pensiones, conseguir un aumento salarial decente, un trabajo seguro y buenas condiciones laborales». Por su parte, el secretario general del TSSA, Manuel Cortés, declaraba: «Nuestros afiliados en el transporte ferroviario están entrando en el tercer o cuarto año de congelación salarial. Durante ese tiempo, las facturas de los alimentos y el combustible se disparan, y la subida del coste de la vida provocada por los conservadores está empobreciendo a los trabajadores».
Los 115.000 empleados de Royal Mail votaron abrumadoramente a favor de otra huelga de cuatro días a finales de agosto y principios de septiembre. Terry Pullinger, del sindicato CWU, ha declarado: «Los intentos de Royal Mail Group de socavar las condiciones de trabajo se encontrarán con una oposición feroz».
El sindicato de personal de enfermería, el Royal College of Nursing, que representa a 465.000 enfermeros, matronas y asistentes sanitarios registrados en el Reino Unido, considera un insulto la propuesta de Boris Johnson de una subida salarial del 4,75 %. El sindicato organiza una votación en septiembre para iniciar una huelga. La secretario general, Pat Cullen, ha dicho: «Una vida al servicio de todos nunca debe significar una vida de pobreza». Llama a los afiliados a votar la huelga para conseguir un aumento salarial del 15%. La British Medical Association ha expresado su plena solidaridad con el personal de enfermería, y los médicos jóvenes miembros de esta asociación preparan una votación para pedir la huelga.
De hecho, hay múltiples convocatorias de huelga en el país. Por ejemplo, el 79 % de los periodistas del Daily Mirror[4], que rechazan una propuesta de aumento salarial del 3 %, han votado a favor de la huelga.
Sustanciales aumentos salariales en British Airways y Arriva North-Ouest.
Ante el temor a una huelga, British Airways ha acordado una subida salarial progresiva para los 16 000 empleados no ejecutivos de la empresa (tripulación de cabina, trabajadores de mantenimiento y manipuladores de equipaje) hasta llegar a un 13 % de aumento neto para diciembre de 2022. Sharon Graham, secretaria general del sindicato Unite, ha declarado: «Con el firme apoyo de Unite, nuestros afiliados han obligado a British Airways a ofrecer un aumento salarial para compensar los recortes salariales sufridos durante la pandemia. Todavía queda camino por recorrer para que los trabajadores de British Airways recuperen la confianza en la empresa, dado su comportamiento hostil durante la pandemia. Una vez más, la insistencia de Unite en la mejora de los puestos de trabajo, los salarios y las condiciones ha beneficiado a nuestros miembros.
La huelga de los trabajadores de autobuses de Arriva North West[5] se ha suspendido y se ha llamado a los afiliados del sindicato GMB a votar una nueva propuesta de aumento salarial del 11,1 %. El coordinador de GMB[6], George Patterson, ha declarado: «Después de semanas de accione sindicales, los patronos de Arriva finalmente han traído una oferta que responde a las expectativas de los miembros de GMB. La acción reivindicativa se suspenderá mientras los afiliados votan el nuevo acuerdo. Si aceptan, la huelga habrá terminado oficialmente».
Partido Laborista. Nueva tentativa de normalización del partido… que no prospera.
El diputado Sam Tarry fue ministro de Transportes en el gabinete en la sombra de Starmer. Se personó en un piquete de huelga. Mientras estaba allí, concedió una entrevista a una televisión británica en la que expresó su solidaridad con los huelguistas, a pesar de que Starmer había «desaconsejado» a los diputados personarse en los piquetes de huelga. (Muchos otros diputados laboristas, entre ellos J. Corbyn[7] y John Mac Donnell[8], habían ido a los piquetes de huelga a expresar su solidaridad).
Starmer lo relevó de sus funciones, acusándolo de intervenir «sin permiso» y de «jugar a la política en directo». Todo el mundo entendía que la política de Starmer era no apoyar a los huelguistas. Los sindicatos en huelga (Transportes, Telecomunicaciones) condenaron enérgicamente la destitución de Sam Tarry y amenazaron con dejar de financiar al Partido Laborista.
Resulta que Sam Tarry es la pareja de Angela Rayner, actual número 2 del Partido Laborista, que también es miembro del gabinete en la sombra…
Ya el movimiento Momentum[9], apoyado por Sam Tarry, por otros diputados laboristas, todos ellos en apoyo de las huelgas actuales, y por la presidenta del sindicato Unison, Andréa Egan, ha lanzado una campaña para apoyar una moción de apoyo explícito a los huelguistas y a los aumentos salariales, que se presentará en el congreso anual del Partido Laborista a finales de septiembre, en contradicción formal con la política de Starmer. Sam Tarry ha dicho: «Estoy orgulloso de los vínculos históricos de nuestro partido con los sindicatos. Ya es hora de que todo nuestro partido lo esté».
Para muchos sindicalistas, el Labour sigue siendo históricamente, genéticamente, su partido.
Evidentemente, seguiremos informando próximos Información Obrera sobre el desarrollo de las huelgas en el Reino Unido.
[1] Los medios hablan del «verano del descontento» en alusión al «invierno del descontento» del invierno de 1978-1979 en el que se desarrolló un formidable movimiento de huelga contra el gobierno laborista de James Callaghan, que pretendía limitar a un 5 % las subidas salariales para «luchar contra la inflación».
[2] RMT: Unión Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y de los Transportes
[3] TSSA: Sindicato de Trabajadores de Transportes y Viajes.
[4] El grupo Trinity Mirror es dueño, además del Daily Mirror, de otros periódicos nacionales y más de 200 periódicos regionales.
[5] Importante operador de autobuses en el noroeste de Inglaterra.
[6] GMB: sindicato generalista muy importante.
[7] La situación de J. Corbyn es insólita: tras una campaña de calumnias para hacerle pasar por antisemita, fue suspendido y posteriormente readmitido en el Partido Laborista. Pero Starmer no le ha autorizado ha ocupar su escaño en la bancada del Partido Laborista. Lo hace como independiente.
[8] John Mac Donnell, diputado del Labour, era ministro de Finanzas en el gabinete en la sombra de J. Corbyn.
[9] Momentum (Impulso) es un movimiento creado por jóvenes del Partido Laborista para apoyar el programa y la elección de J. Corbyn a la cabeza del Partido Laborista. (Ver la entrevista en francés de Laura Parker, coordinadora de Momentum: https://laura-parker-momentum-est-une-organisation-dorigine-populaire)
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