Niger: Declaración de la secretaria general del Partido de los Trabajadores de Argelia (26 de agosto de  2023)

Publicado el por Corresponsales

Categorías: Actualidad Internacional, Acuerdo Internacional de los Trabajadores y de los Pueblos, Cte. Internacional de Enlace y Correspondencia

Para nosotros, la prioridad es la amenaza de conflagración y desintegración generalizada de la región del Sahel, que repercutiría directamente en el Magreb y, por tanto, en nuestro país, si los países miembros de la CEDEAO intervinieran militarmente contra Níger, país hermano y no sólo vecino con el que compartimos una frontera de unos 1.000 km, a instancias del antiguo colonizador.

Se trata, pues, de un giro radical sin precedentes en la región, y las consecuencias, de llevarse a cabo la intervención, serían apocalípticas, sangrientas y dislocadoras para todos los países de la región, ya que abriría la caja de Pandora a los demonios del etnicismo, el separatismo y los conflictos religiosos. Todo ello teniendo en cuenta la composición humana de los pueblos de la región.

Y esto en un momento en que Sudán está siendo devastado por una guerra de descomposición (…).  A causa de la guerra, decenas de miles de personas están amenazadas de muerte, hambruna, falta de atención sanitaria y epidemias mortales, ya que nada menos que el 42 % de la población sólo puede sobrevivir gracias a la ayuda humanitaria extranjera, que cada vez se reduce más a causa de la situación. La integridad de Chad está amenazada. Etiopía se ve sacudida por una crisis política y de seguridad dislocadora, y otros países africanos de la región están expuestos a la inestabilidad política e incluso de seguridad. Y en este mismo momento, ¡oh extraña coincidencia!, la violencia se reanuda en Libia y el terrorismo resurge en Malí, Burkina Faso, Nigeria e incluso Níger, que ya está bajo la presión de las sanciones y por ello exangüe (…).

Y los emigrantes subsaharianos están atrapados en una ratonera en Níger, amenazados de muerte por inanición porque no tienen medios de subsistencia, ni alimentos ni otras ayudas, y no pueden abandonar el territorio de Níger debido al cierre de las fronteras y a las sanciones criminales impuestas celosamente por los gobiernos belicistas de la CEDEAO contra Níger en represalia por su negativa a aceptar cualquier injerencia extranjera y la reinstauración del presidente depuesto, Bazoum, cuyas políticas compradoras al servicio de los intereses del capital francés en particular, han arruinado a Níger, hundiendo a su población en la miseria total. Estas sanciones, que amenazan de muerte a millones de nigerinos, la mayoría de ellos bebés, debido a la escasez de vacunas y a la falta de electricidad que impide almacenarlas (los cortes los impone Nigeria y son una decisión criminal), repercuten en todos los países vecinos. Estas sanciones amenazan a todos los países de la región cuyos gobiernos están implicados en esta amenaza de intervención en Níger (nos referimos a los gobiernos belicistas de la CEDEAO, que no se preocupan por la suerte de su propio pueblo y de sus propios países, que corren el riesgo de verse sumidos en la anarquía y en un caos sangriento total).

Lo decimos y lo reafirmamos: ¡No! No es la democracia, ni el orden constitucional en Níger lo que motiva la determinación del gobierno del antiguo colonizador de intervenir militarmente en Níger, por delegación en los países miembros de la CEDEAO, empujando a los soldados de estos países a matar a sus propios hermanos y primos en Níger.

Como todo el mundo sabe, lo que estaba en juego estaba claro desde el principio: Es la riqueza de Níger librada al saqueo extranjero. Es la presencia militar multinacional extranjera en Níger. Es el acuerdo entre el presidente depuesto y la UE para convertir Níger en un centro de retención de emigrantes subsaharianos a cambio de 300 millones de euros… Esas son las verdaderas motivaciones de esta amenaza contra Níger y toda la región.

¿Pero a quién se creen que están engañando?

A los gobiernos belicistas de la CEDEAO y a su patrocinador, el antiguo colonizador, cuyas órdenes siguen al pie de la letra. Desde el principio, lo que estaba en juego estaba claro. Los objetivos y las metas estaban claros.

La extraordinaria movilización del valeroso pueblo de Níger, que se opone a toda forma de injerencia e intervención en sus asuntos internos y quiere ejercer plenamente su soberanía, se inscribe en un proceso popular de ruptura con el imperialismo y la dominación del antiguo colonizador, un proceso que ya ha visto levantarse a los pueblos de Malí y Burkina Faso contra el sistema de protectorado que se les impone desde hace decenios.

El hecho es que casi todas las antiguas colonias francesas del África subsahariana sólo han recuperado una independencia virtual, artificial, desprovista de los más mínimos atributos de soberanía en todos los aspectos económicos, militares, monetarios y políticos… todo lo dicta el gobierno del antiguo colonizador.

Entonces, sí. No somos partidarios de golpes de Estado, somos militantes por la soberanía de los pueblos y de las naciones, somos militantes por la verdadera democracia. Pero no nos engañamos como tampoco se engañan todos los pueblos de África, y en particular los pueblos del África subsahariana y, por tanto del Sahel, cuya integridad se ve amenazada por una posible intervención militar extranjera en Níger.

Así que sí, como los pueblos de los países de la región, empezando por Nigeria, con sus sindicatos, sus partidos, su Senado, sus jefes tribales y sus intelectuales, que se oponen firmemente a cualquier forma de intervención militar de su país en Níger, e insisten en que la solución sea  exclusivamente política, nosotros decimos también que nos oponemos no sólo a cualquier forma de intervención militar, sino también a la injerencia en los asuntos políticos internos de Níger. Con todos estos pueblos, con todas estas fuerzas políticas y sociales, expresamos alto y claro nuestra oposición a la guerra en nuestro continente y en nuestra región.

Negamos a estos gobiernos belicistas de la CEDEAO toda legitimidad para interferir en los asuntos de Níger. Sólo el pueblo de Níger tiene derecho a decidir el destino de su país y a determinar la salida que considere positiva y conforme a sus intereses.

Imaginad que, tras el golpe militar del 19 de junio de 1965 en nuestro país, nuestros vecinos (Túnez, Marruecos, Libia y Mauritania) se hubieran coaligado en la Unión del Magreb siguiendo instrucciones del antiguo colonizador o de otra potencia imperialista para intervenir militarmente en nuestro país, que acababa de conquistar su independencia tres años antes. Nuestro país habría sido dislocado y con él toda la región del Magreb y todo el continente.

Imaginad que en enero de 1992, tras la interrupción del proceso electoral, esos mismos vecinos hubieran intervenido instigados por potencias imperialistas en nuestra región, con el objetivo evidente de saquear nuestros recursos, tanto en 1965 como en 1992, cuando las ansias imperialistas extranjeras eran enormes. Nuestro país se habría hundido definitivamente en un caos sangriento, nunca habríamos podido recuperar la paz, nunca habríamos podido detener el derramamiento de sangre y preservar la integridad de nuestros territorios.

Por eso rechazamos firme y claramente la postura del Comité por la Paz y la Seguridad de la Unión Africana (UA), que pretende hablar en nombre de la Unión Africana y, por tanto, de los pueblos del continente, que apoya las decisiones de la CEDEAO al tiempo que se opone a la intervención extranjera fuera del continente, y que al mismo tiempo ha tomado la decisión de suspender a Níger y pide su aislamiento internacional.

No es la primera vez que la Unión Africana, y en particular su «Comité por la Paz y la Seguridad», comete un fraude. Ya en 2000, cuando el general Robert Guy dio un golpe de Estado en Costa de Marfil porque ya no había dinero ni para pagar los sueldos de los soldados, las arcas estaban vacías debido al saqueo extranjero mediante el reembolso de la deuda externa. Dio un golpe de Estado y dijo: «Ya no voy a reembolsar la deuda externa a la Unión Africana y al FMI. Voy a pagar los salarios, voy a salvar Costa de Marfil». La Unión Africana suspendió a Costa de Marfil y organizaron todo para matar al general Robert Guy. Después, Costa de Marfil se hundió en un sangriento conflicto que duró mucho tiempo y la sumió en un terrible caos del que aún no ha podido recuperarse.

Desde que la Unión Africana se convirtió en lo que es hoy, es decir, desde que abandonó las siglas de la Organización de la Unidad Africana (OUA), la histórica organización de las independencias nacionales, que ayudaba a los movimientos independentistas de todo el continente africano y trabajaba por el desarrollo del continente, por la paz y el bienestar de los pueblos, por la fraternidad, hoy tenemos una Unión Africana, pálida copia de la Unión Europea, que a menudo se atreve a intervenir e interferir, y osa empujar a los países hacia el caos y la anarquía sangrienta.

Y nosotros les decimos (a ese Comité): ¡No en nuestro nombre! No tenéis derecho a hablar en nombre de África, no tenéis derecho a hablar en nombre de los pueblos africanos, porque estáis avalando un plan asesino contra toda la región, no sólo contra la región, sino contra todo nuestro continente.

Estáis avalando un plan que está matando de hambre al pueblo de Níger, nuestros hermanos, por movilizarse para conseguir la independencia efectiva de su país. Los dirigentes históricos de las luchas de los pueblos africanos por la independencia nacional, entre ellos Kwame Nkrumah, de Ghana (donde los gobiernos belicistas se han reunido estos últimos días con sus jefes de Estado Mayor para fijar la fecha de la intervención militar, es decir, de la agresión contra el pueblo de Níger), Patrice Lumumba, Léopold Sédar Senghor, (…) todos los demás dirigentes africanos que encabezaron gloriosamente las luchas africanas por la independencia, deben estar revolviéndose en sus tumbas.

Y compartiendo el rechazo de las autoridades argelinas a cualquier intervención militar, y aprobando las iniciativas panafricanas e internacionales que están llevando a cabo para evitar que ocurra lo irremediable, les pedimos que proporcionen ayuda humanitaria a la población para ayudarla a resistir el embargo criminal, y también les pedimos que se abstengan de participar de cualquier modo en el aislamiento de Níger. 

Ya sabemos que la compañía aérea nacional Air Algérie sigue prestando servicios a Níger, y hemos oído decir al ministro de Asuntos Exteriores que no podemos impedir que nuestros hermanos nigerinos vengan a recibir tratamiento médico. Y estamos totalmente de acuerdo con este planteamiento.

Y reafirmamos que estos gravísimos acontecimientos, así como la posición del Estado conforme a nuestras tradiciones y a los intereses de los pueblos africanos, plantean, como nunca antes, la necesidad urgente de reforzar la capacidad de resiliencia y de resistencia del país frente a todos los golpes internos y externos.

Así que sí, reafirmamos que estamos dispuestos a unir nuestras fuerzas a las de partidos políticos, sindicatos, intelectuales, asociaciones, personalidades, todos los componentes de los pueblos africanos que quieran levantarse contra esta amenaza de desarticulación de nuestra región y que corre el riesgo de abrir conflictos en todo nuestro continente.

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