Desde Cádiz hasta Gijón

Lo primero que sorprende en esta situación es el tratamiento diferenciado por parte de las organizaciones que se reclaman del movimiento obrero.
Dos acontecimientos van unidos en estos días en España, la entrada en prisión de los militantes obreros conocidos como las seis de la Suiza (Gijón) y las detenciones de trabajadores (van más de 30) en la operación policial «Fuego» como consecuencia de la huelga de las subcontratas de Astilleros de Cádiz, estando alguno de ellos en prisión provisional.
Lo primero que sorprende en esta situación es el tratamiento diferenciado por parte de las organizaciones que se reclaman del movimiento obrero. En el caso de Gijón, hay múltiples pronunciamientos de solidaridad; en el caso de Cádiz, parece que cuesta más trabajo ponerse del lado de los detenidos gaditanos.
A la muerte de Franco
Se estableció un régimen, que legalizando alguna de las conquistas ya conseguidas por el movimiento obrero: libertad sindical, de reunión… permitió que las instituciones del Estado franquista pervivieran en esta nueva situación. Entre otras, el poder judicial. En el transcurso de los años, el Estado necesitó nuevas leyes para seguir imponiendo el sistema de represión contra los trabajadores en lucha por
sus reivindicaciones. Recordemos la ley conocida como «la patada en la puerta» expresión coloquial con la que se denominó a la antigua Ley Orgánica 1/1992, de 21 de febrero, sobre Protección de la Seguridad Ciudadana y que permitía la entrada de la Policía en los domicilios particulares sin autorización judicial, que fue derogada en 2015 y sustituida por la Ley Orgánica 4/2015, conocida como Ley Mordaza. La primera de estas leyes, la de 1992, fue promovida por uno de los Gobiernos socialistas de Felipe González. La más reciente, la de 2015, por el PP con el voto en contra del PSOE. Cuando este partido accedió al gobierno prometió derogarla, pero aún sigue siendo solo una promesa.
Decíamos que sorprende el tratamiento diferenciado. El primero, Gijón, un conflicto de los trabajadores de una pequeña empresa de hostelería; el segundo, Cádiz, una lucha que tiene que ver con la creación de un sector muy combativo que nace como consecuencia de la reconversión inconclusa de los astilleros gaditanos. Cádiz no es Sagunto, donde cerrado Altos Hornos del Mediterráneo desapareció el sector. En Cádiz de alguna manera no se pudo hacer la reconversión de los astilleros en toda su dimensión y hubo que cambiar el sistema de contratación y producción en la Bahía. Seguían entrando barcos a revisar y construir pero no de forma estable y continuada, lo que hizo que a las grandes empresas del sector no les interesara el negocio, dejándolo en manos de subcontratas temporales, en las que la explotación está más presente y es más acuciante que en la grandes empresas del metal.
Sinopsis de las cosas
No es tan difícil entender que en el caso de Gijón todos estén de acuerdo en solidarizarse, mientras en Cádiz algunos dicen que es un tema del que mejor no hablar. En definitiva, es difícil ponerse en contra, pero mejor correr un
tupido velo. Nadie tiraría piedras en su tejado.
Son las leyes y normas que, sumadas a la procedencia de los magistrados, herederos del régimen anterior, nos permiten entender que dos acontecimientos separados por más de 1.100 km y de categoria distinta, aunque con un mismo hilo conductor, la represión de los trabajadores, no se les esté dando el mismo tratamiento.
El Partido Socialista en su programa electoral se comprometió con la derogación de la Ley Mordaza. Hoy tiene una oportunidad de oro para salir de esa encerrona en la que se encuentra con los casos de corrupción y conseguir que los trabajadores recuperen la confianza perdida con la derogación de una ley que los reprime y los mete en la cárcel.
Las dos confederaciones sindicales tienen una responsabilidad inexcusable, igual que se hizo con la derogación del 315.3 del Código Penal, poniéndose al frente de la defensa de los trabajadores y luchando por la derogación de la Ley Mordaza.
¡Última hora!
Concedido el 3º grado a los 6 de la Suiza, desde este periodico pedimos su libertad y la consiguiente derogacion de la ley Mordaza
Deja una respuesta