Huelga de médicos. Ministerio y Comunidades Autónomas son los responsables
Cualquier autonomía podría, si lo hubiera querido, subir el precio de la hora de guardia, eliminar las guardias de 24 horas o reducir la jornada máxima de 48 horas. Tanto el ministerio como las Comunidades son responsables de las malas condiciones de trabajo de los médicos, que han llevado a la huelga.
Un número importante de médicos de la Sanidad Pública está en huelga en estos días. Tras la huelga hay una reivindicación justa: acabar con las jornadas interminables de guardia añadidas a la jornada ordinaria, con la regulación que permite imponer al personal que hace guardias (médicos de hospitales y, en algunas autonomías, de Atención Primaria, pero también en algunas regiones enfermeros de Atención Primaria) hasta 48 horas de jornada semanal obligatoria. Para llegar a esas 48 horas, el Estatuto-Marco, la norma cuya propuesta de nueva redacción ha desencadenado la huelga, se apoya en la legislación de la Unión Europea.
También es justa la reivindicación de que esas guardias no se paguen a menos precio que la hora ordinaria, aunque incluyan noches y festivos. En las negociaciones con los sindicatos sobre el Estatuto Marco, el Ministerio había aceptado que, como mínimo, se pagaran al precio de la hora ordinaria de trabajo. Pero las comunidades autónomas exigieron que eso se retirara, y así lo ha hecho la ministra.
Hay que señalar que la regulación de las condiciones de trabajo del personal de la Sanidad –incluyendo los médicos- es responsabilidad de las comunidades autónomas. Cualquier autonomía podría, si lo hubiera querido, subir el precio de la hora de guardia, eliminar las guardias de 24 horas o reducir la jornada máxima de 48 horas. Tanto el ministerio como las Comunidades son responsables de las malas condiciones de trabajo de los médicos, que han llevado a la huelga.
Otras reivindicaciones que plantean los sindicatos médicos en su convocatoria de huelga son más dudosas. Por ejemplo, la exigencia de que no haya ningún tipo de incompatibilidad entre el trabajo en la Sanidad Pública y trabajar en la privada, ni siquiera para los jefes de servicio. Así, entre los 5 puntos que reclama la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos para la huelga se dice que “no podemos permitir la exclusividad de los mandos intermedios”. Que quien tiene la capacidad de organizar un servicio pueda trabajar en la competencia va contra toda lógica.
Tampoco es lógica la pretensión de que exista un Estatuto separado y mesas de negociación separadas para los médicos, que preside, para los sindicatos médicos, la convocatoria de huelga. Romper la unidad de todos los trabajadores, sea cual sea su profesión, en la negociación perjudica a todos los trabajadores y sólo beneficia a la patronal correspondiente.
Algunos consejeros de Sanidad de las autonomías han dicho apoyar la huelga de los médicos. Por ejemplo, el Consejero de Sanidad de Andalucía, Antonio Sanz, mostraba “su comprensión” hacia “unos profesionales que están frustrados por la política errónea del gobierno”. Una declaración hipócrita, porque nada impide al sr. Sanz eliminar las guardias de 24 horas o mejorar la retribución de las mismas.
Tanto el ministerio como las autonomías deben de poner en marcha, de inmediato, planes que permitan la cobertura de la asistencia sanitaria (tanto ordinaria como de urgencias) sin obligar a los médicos a jornadas agotadoras. Lo que exige un incremento de las plantillas. Del mismo modo, deben mejorar la retribución de esas guardias, como mínimo al mismo precio que la hora ordinaria de trabajo.
Los sindicatos de clase, que participan en las negociaciones del EM, deben exigir al ministerio un plan concreto para acabar con las jornadas médicas agotadoras, y recuperar la retribución mínima como la jornada ordinaria.






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