1 de mayo de 2022: ¡Unidad para defender el poder de compra de salarios y pensiones, para luchar contra la guerra!
Cuando celebramos el día internacional de la clase trabajadora de 2022, los trabajadores, la juventud, las mujeres trabajadoras del Estado español vivimos una situación muy difícil. Nos enfrentamos a una subida de precios que ronda el 10%, cuando los salarios han subido una media del 1,5%, las pensiones una media del 2,5%, el salario mínimo un 3%, las retribuciones de los empleados públicos un 2%.
Ante las justas demandas de mantener el poder de compra de la población trabajadora, los voceros del capital y las instituciones que lo representan han salido en tromba.
Con respecto a las pensiones, dicen que actualizarlas según el IPC medio, como dice la última reforma (que no recuperó la actualización según el IPC real anual), haría que el sistema fuera “insostenible”. La Patronal pide recuperar el “factor de sostenibilidad” de la reforma impuesta por el PP en 2013, y recientemente derogado, para bajar las pensiones.
Sobre los salarios, todos claman contra su actualización en los convenios colectivos según el IPC real, e incluso contra las cláusulas de revisión según el IPC. Dicen que hacerlo supondría mantener una inflación que según ellos es “transitoria”.
Todos coinciden, por tanto, en que los trabajadores y los pensionistas deben pagar las consecuencias de las subidas de precios sin actualizar sus remuneraciones. El Gobierno presiona a los dirigentes de los sindicatos para que acepten un “pacto de rentas” que asuma esas exigencias, mientras no hace nada para frenar a los especuladores que suben los precios de la electricidad, los combustibles, los alimentos.
Mientras piden que los salarios directos y diferidos paguen las consecuencias de la crisis, no escatiman dinero en armas para la guerra. El Gobierno Sánchez habla de aumentar casi al doble los gastos militares. Un aumento que supondría sacar ese dinero de una sanidad ya más que tocada por los recortes y la pandemia, de una enseñanza pública muy deteriorada, de unos servicios públicos muy dañados. Y reducir, una vez más, la inversión pública, cuando el mantenimiento de infraestructuras es muy deficiente y las carreteras están en muy mal estado.
Los patronos siguen disponiendo, además de los potentes instrumentos que les dieron las reformas laborales –que sólo han sido derogadas muy parcialmente- para imponer rebajas salariales y sabotear la negociación colectiva. Por ello, seguimos exigiendo su derogación completa.
Este 1 de mayo nos movilizamos con nuestras organizaciones para exigir actualización inmediata de salarios y pensiones, mediante la implantación de una escala móvil que los revalorice de manera automática según la inflación, para poner fin a la participación de España en la guerra que destruye a nuestros hermanos rusos y ucranianos en beneficio de oligarcas, especuladores y comerciantes de armas, para oponernos a que el dinero de nuestros impuestos vaya a gastarse en armas.
Los dirigentes de nuestros sindicatos deben atender la voz de la calle, de las trabajadoras y trabajadores, que exigen una movilización unida por los salarios y las pensiones, ningún “pacto de rentas”, ninguna unidad con el gobierno para aplicar la política de guerra y miseria.
En vez de atender a las justas demandas el gobierno participa plenamente en la política belicista promovida por Biden después de la invasión de Putin. En plena guerra, prepara una cumbre de la OTAN en Madrid a finales de junio…al servicio de esta política. Incluso envía 50 forenses a Ucrania cuando en nuestro país hay aún más de cien mil cadáveres en las cunetas.
¡1 de Mayo, contra la guerra y la explotación!
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