El puerto de El Pireo se organiza contra la guerra

Los sindicatos portuarios tomaron una decisión clara: bloquear cualquier traslado de acero enriquecido destinado a la industria bélica israelí. El barco en cuestión, el Cosco Shipping Pisces, había llegado a El Pireo con un cargamento de acero procedente de la India. Inicialmente, estaba previsto que este cargamento se transbordara al barco Ever Golden, pero el trayecto se modificó. Se cambió el pabellón, el barco y la empresa de transporte para ocultar el destino real, el puerto de Haifa, en Israel.
Articulo publicado en el nº. 868 de Informations ouvrières
El puerto de El Pireo se organiza contra la guerra. En la noche del 16 de julio, cientos de estibadores, respondiendo al llamamiento del Centro Obrero del Pireo, sindicatos portuarios como Enedep y Penen, Pame, junto con militantes de organizaciones de izquierda, colectivos pro palestinos y el movimiento BDS, se reunieron en los muelles 2 y 3 de la terminal de Cosco, hoy propiedad china. Su objetivo: impedir que un nuevo cargamento militar llegara a Israel.
En un imponente escenario industrial, miles de manifestantes se reunieron a partir de las 21:00 horas para responder a un llamamiento de los sindicatos portuarios, que declararon alto y claro: «Ni una mano para descargar el cargamento de la muerte».
Los sindicatos portuarios tomaron una decisión clara: bloquear cualquier traslado de acero enriquecido destinado a la industria bélica israelí. El barco en cuestión, el Cosco Shipping Pisces, había llegado a El Pireo con un cargamento de acero procedente de la India. Inicialmente, estaba previsto que este cargamento se transbordara al barco Ever Golden, pero el trayecto se modificó. Se cambió el pabellón, el barco y la empresa de transporte para ocultar el destino real, el puerto de Haifa, en Israel.
A pesar de estos intentos de ocultación, los estibadores griegos lograron identificarlo y bloquear la mercancía. La salida del cargamento estaba prevista para el domingo 20 de julio, pero los sindicatos anunciaron su determinación de negarse a cargarlo.
«Nos ensuciamos las manos con el trabajo, no con la sangre de los niños palestinos», declaró Markos Bekris, presidente de Enedep, entre los aplausos de los manifestantes. Era la segunda acción de bloqueo en pocos días, en continuidad con el bloqueo del lunes, cuando cientos de personas se reunieron en los muelles del El Pireo para impedir la descarga del barco Ever Golden, ante la sospecha de que transportaba un cargamento militar destinado a Israel. El objetivo de la nueva movilización era claro también: impedir la descarga del barco Cosco Pisces. Contrariamente a las primeras informaciones, no era el Ever Golden, sino el Cosco Pisces el que transportaba cinco contendores de acero militar destinados al régimen israelí.
Los manifestantes denunciaron lo que calificaban de «complicidad activa de Grecia con la guerra genocida que libra Israel». El mensaje se lanzó de nuevo con firmeza: ¡ningún puerto griego debe servir a los asesinos del pueblo palestino!
Desde noviembre de 2023, los sindicatos portuarios griegos han adoptado una posición firme, que consiste en rechazar cualquier cargamento vinculado a las guerras en Palestina, Ucrania o Siria. Esta orientación se adoptó en una conferencia del Consejo Europeo de Estibadores (EDC), celebrado en El Pireo.
George Gogos, presidente del sindicato de estibadores el puerto de El Pireo, recuerda que esta estrategia se inscribe en una dinámica internacional. En 2004 se bloqueó un barco con destino a Israel, así como dos petroleros que transportaban carburante estadounidense. El sindicato obtuvo incluso el compromiso de Cosco-PCT de no transportar cargamentos peligrosos vinculados a la guerra.
Vassilis Manolakos, miembro del consejo de administración de Enedep, destaca un hecho impactante: el bloqueo de un contenedor con veintidós toneladas de balas, llegado a El Pireo en camión.
Los estibadores griegos no están solos. Participan en una extensa red de solidaridad internacional que agrupa sindicatos de Barcelona, Malta, Eslovenia, Italia (USB), Francia (CGT) y Turquía. Movimientos como BDS o la campaña No Harbour for Genocide proporcionan información y apoyo logístico para identificar las cargas sospechosas y organizar bloqueos coordinados.
Los datos sobre los cargamentos se verifican y se cruzan con las declaraciones marítimas oficiales para garantizar acciones eficaces contra el aprovisionamiento de la maquinaria bélica israelí.
Esta lucha no carece de obstáculos. En los puertos, los sindicatos tienen que convencer a los trabajadores de que la guerra no es un asunto lejano. Como señala Manolakos: «Si nuestro puerto de convierte en un centro de cargamentos bélicos, nosotros también seremos un objetivo».
No falta la represión. Gogos cita el caso del vicepresidente del sindicato de los estibadores suecos, despedido por la empresa DFDS tras un boicot de un cargamento israelí, a pesar de haber sido aprobado por un tribunal local, que lo calificó de «amenaza para la seguridad marítima».
Mientras que la guerra colonial que libra Israel contra Gaza sigue provocando miles de muertes, los estibadores de El Pireo encarnan un frente obrero internacionalista. Negándose a cargar el acero, las balas y las bombas, demuestran que la oposición a la guerra no se limita a las palabras, sino que se trata de realizar actos concretos, valientes y organizados.
El puerto de El Pireo no será cómplice.
El 16 de julio, miles de trabajadores griegos y refugiados palestinos, estudiantes, jóvenes, parados y jubilados respondieron masivamente al llamamiento combativo de los trabajadores del Gran Puerto del país y alzaron sus voces para decir alto y claro:
«Los estibadores os lo dicen claramente:
¡No se manchan las manos con la sangre de los pueblos!
Nuestro Gobierno –prosionista- ha de entenderlo bien:
¡Palestina será liberada, Israel será aislado!
Exigimos la ruptura total de cualquier relación (militar, comercial, diplomática) con el Estado asesino que es Israel.
¡Palestina libre desde el río hasta el mar!
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