5.ª Manifestación masiva por la dimisión de Mazón

El 1 de marzo, encabezados por familiares de las víctimas, representantes de la plataforma de organizaciones convocantes y de los CLER, decenas de miles de manifestantes volvieron a exigir responsabilidades al gobierno de Mazón, su dimisión, justicia y reparación
El 1 de marzo, encabezados por familiares de las víctimas, representantes de la plataforma de organizaciones convocantes y de los CLER, decenas de miles de manifestantes volvieron a exigir responsabilidades al gobierno de Mazón, su dimisión, justicia y reparación. Esta vez, la Delegación del Gobierno se quedó palmariamente corta en la apreciación del número de participantes, 30.000 dijo. La prensa da cifras superiores.
Ya a mediodía se podía prever el éxito de la manifestación. Al comienzo de la mascletá, la 1.ª de las Fallas, un grupo de asistentes levanto letras que formaban la frase «Mazón dimissió», solo recibieron muestras de apoyo del público. Al terminar los truenos, cerca de un millar de espectadores se concentraron bajo el balcón del ayuntamiento con pancartas y carteles exigiendo la dimisión de Mazón, y su encarcelamiento.
¿Y ahora?
Cada nuevo dato conocido acelera una crisis para la que ni desde las instituciones, ni tampoco los dirigentes políticos encuentran solución. Mazón es un cadáver político en descomposición. No quiere irse y perder sus privilegios, pero tampoco puede irse así como así, con el riesgo de provocar un caos institucional y político mucho mayor en un momento en que la iniciativa la tienen las masas.
Ahora muchos se lamentan, que por qué no abandonó su «comida privada, de trabajo, como presidente del PP valenciano» y acudió al CECOPI, que por qué no ha pedido perdón, que por qué no ha dimitido, que por qué miente tanto. La realidad es que lo que está en juego es la estabilidad institucional. Toda la actuación irresponsable e ineficaz de la Generalitat, del CECOPI, del Gobierno central (también atrapado en la crisis), incapaces de intervenir para resolver nada importante, y el sentimiento de abandono de la población, de que sus necesidades y problemas son lo último que se pretende resolver, provoca un rechazo a todo y a todos alarmante para quienes defienden la Monarquía y sus autonomías.
La investigación de la jueza de Catarroja está revelando datos ocultados y manipulados hasta hoy, y por este camino puede llegar a saberse todo lo sucedido ese 29-O y los días posteriores. Hay miedo en la Generalitat. Pero, una crisis de este calibre es una verdadera cuestión de Estado, preocupante para el conjunto de las instituciones; de ahí el nombramiento de un hombre del régimen, el general Gan Pampols, para encabezar la reconstrucción. Marginado por Mazón, no se cansa de repetir que sin mayor colaboración entre Gobierno y Generalitat no habrá recuperación, para terminar afirmando que hace falta un mando «claro», que debería residir en el Gobierno central. No hay solución para la mayoría de trabajadores y pueblos sin romper las varillas del abanico.
Dar continuidad a la movilización, pelear por las reivindicaciones hasta ganar
La indignación y la disposición de las masas a la movilización aumenta, ni las fiestas falleras van a impedir que el pueblo valenciano se exprese. Los dirigentes del PSPV-PSOE amagan con una moción de censura a Mazón que no se deciden a presentar, incluso si los grupos Socialista y de Compromís no suman los votos necesarios para echar a Mazón. Miran al PP, a Feijóo, esperan una solución pactada para tratar de controlar la situación. También los dirigentes de CC OO y de UGT, en contra del sentir de sus bases, esperan una solución institucional, no se esfuerzan por movilizar a sus bases, no acuden con sus banderas y sus pancartas a las movilizaciones, salvo alguna excepción. Unos y otros tendrán que elegir: con la movilización del pueblo para echar a Mazón o permanecer como espectadores y mirar a otra parte.
Sin embargo, las asociaciones de víctimas, la plataforma de 200 asociaciones por la dimisión de Mazón, los comités locales de emergencia y por la reconstrucción, todos preparan nuevas movilizaciones. Es su responsabilidad.
6 de marzo de 2025
Blas Ortega

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